POSTALES DE DICTADURA…

¿Recuerdas que cuando niños, atravesando el bosque oscuro y cruzando la quebrada seca, se escuchaba el templete de los peones, con su musiquita de organillo y ruido de imágenes aguardientosas que arrullaban las madrugadas, los viernes por la noche?

¿Recuerdas que nos desvelábamos imaginando como sería ese lado de la frontera? Decíamos que había un carrusel que aturdía, junto a peones gritando en sordos y atorrantes diálogos sin sentido, mientras el calor de la noche se confundía y difuminaba en los humos de las fritangas, y la luz amarilla de los faroles se reflejaba en los sudados rostros de los felices imperceptibles.

De este lado de la quebrada seca, regresando por el bosque oscuro, la brisa refrescaba nuestra ventana y uno que otro perro ladraba en la infinita noche, como para decir que de este lado, había decoro y orden y así nos quedábamos dormidos, sintiéndonos seguros en este lugar, protegido de frondosos frutales.

Pero un día crecimos y los caminos se hicieron ciertos y las distancias lejos, mucho más lejos que la musiquita de organillo y por allá todos fueron a parar.

Menos mal que se fueron por esos lados, donde el mundo da vueltas en un carrusel normal.

Aquí se nos quedaron las horas inmóviles, las noches ya no vienen frías y después del bosque oscuro y la quebrada seca, quedaron polvorientos escombros donde el sol se te pega en los huesos con impertinencia, ya no hay jornada para la peonada y en este fantasmal desierto, está allí…

inmóvil…

polvoriento…                                                                                                                                                                           y descarrilado…

el carrusel que alegraba las noches de la distancia, recordando el circo que todo fue.

Menos mal que están lejos, por donde el mundo da vueltas en un carrusel normal, aquí el sol secó las ideas, la piel se cuarteó y la mirada se evaporó perdida, con la esperanza de ver la calurosa tarde pasar…

pero las tercas horas quedaron inmóviles, refrescando la memoria con lejanos recuerdos de una distancia temporal.

 

HRC. 2017

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